La brutal crisis económica que estamos viviendo está dejando a un país roto, con 6 millones de parados, miles y miles de desahuciados y la desaparición casi total de la clase media. A lo largo de este último lustro, el ciudadano de a pie se ha interiorizado los conceptos "ERE", "prima de riesgo" y "rescate bancario" como sus propios nombres. Los jóvenes estamos sin salida alguna (yo soy un privilegiado por trabajar y mirar al mileurista como si fuese un Dios) y ayer mismo salía publicado que muchos están dejando de buscar empleo ya que ven una auténtica quimera poder ganarse las alubias con un puesto de trabajo. Algunas de estas cosas son la cruz de esta crisis.
Dentro de la desgracia de mucha gente, la nota positiva es el sacrificio y la solidaridad de otras muchas personas que se están volcando con los necesitados. El papel de Cáritas y el Banco de Alimentos está siendo muy importante y están respondiendo de una forma brutal ante tanta miseria. En Euskadi, hay mucha gente que está sacando lo mejor de sí mismos para ayudar a la gente que lo está pasando mal, un colectivo cada vez más numeroso, por desgracia. Así se demostró en la recogida de alimentos que hizo el Banco de Alimentos de Bizkaia el pasado diciembre, en la que la respuesta fue espectacular. Además, los rastrillos y eventos solidarios se multiplican a lo largo y ancho de nuestra geografía. Todo esto es la cara de estos duros momentos que estamos viviendo.
Pero en la vida, con crisis o sin ella, siempre hay lobos que van con piel de cordero. Jetas que intentan aprovecharse de la coyuntura y que, o bien se hacen las víctimas para intentar sacar tajada, o se hacen los solidarios cuando son los verdaderos causantes de la mala situación económica de muchas familias. Un ejemplo del primer caso lo viví hace unos nueve meses con una tienda de colchones sofás etc... de Zorrotzaurre de la que no recuerdo el nombre. Entre el buzoneo encontré un panfleto que me llamó la atención. Esta tienda supuestamente "cerraba" por "ruina total" en tres días, periodo en el que, en principio, iba a liquidar todo su stock. En esa octavilla protestaba y describía ligeramente la situación en la que se encontraba. Ví en esa historia un buen tema y me puse en contacto con la tienda. Hablé con el dueño y estaba dispuesto a hacer el reportaje, pero también me mostraba mucho temor a salir, más del normal. Era un "si, pero no" muy extraño. Llegamos al lugar donde estaba la tienda y el hombre nos atendió muy nervioso, nos seguía a todas partes y nos decía que mejor hacer el reportaje a la tarde y no en ese momento como habíamos acordado. El lugar en el que vendía los sofás y demás era inhóspito y los productos estaban puestos de cualquier manera. Todo aquello, unido a la actitud de este señor me hizo temerme que no era un asunto limpio y le dije que no había reportaje. Dos meses más tarde, seguía con la misma cantinela, con la misma publicidad engañosa que circulaba por buzones de todo Bizkaia.
Pero en la vida, con crisis o sin ella, siempre hay lobos que van con piel de cordero. Jetas que intentan aprovecharse de la coyuntura y que, o bien se hacen las víctimas para intentar sacar tajada, o se hacen los solidarios cuando son los verdaderos causantes de la mala situación económica de muchas familias. Un ejemplo del primer caso lo viví hace unos nueve meses con una tienda de colchones sofás etc... de Zorrotzaurre de la que no recuerdo el nombre. Entre el buzoneo encontré un panfleto que me llamó la atención. Esta tienda supuestamente "cerraba" por "ruina total" en tres días, periodo en el que, en principio, iba a liquidar todo su stock. En esa octavilla protestaba y describía ligeramente la situación en la que se encontraba. Ví en esa historia un buen tema y me puse en contacto con la tienda. Hablé con el dueño y estaba dispuesto a hacer el reportaje, pero también me mostraba mucho temor a salir, más del normal. Era un "si, pero no" muy extraño. Llegamos al lugar donde estaba la tienda y el hombre nos atendió muy nervioso, nos seguía a todas partes y nos decía que mejor hacer el reportaje a la tarde y no en ese momento como habíamos acordado. El lugar en el que vendía los sofás y demás era inhóspito y los productos estaban puestos de cualquier manera. Todo aquello, unido a la actitud de este señor me hizo temerme que no era un asunto limpio y le dije que no había reportaje. Dos meses más tarde, seguía con la misma cantinela, con la misma publicidad engañosa que circulaba por buzones de todo Bizkaia.
Los jetas no pierden la oportunidad de seguir engañándo y llenar sus carteras o limpiar su imagen.
Un ejemplo del segundo caso, de los que van de solidarios por una parte, mientras que, por la otra, están llevando a la ruina a muchas familias, simplemente, por no pagar los salarios a sus trabajadores. El pasado jueves, La Sexta Noticias emitía con toda su buena intención un reportaje de casi dos minutos en el que mostraba cómo comercios de todo el Estado tenía iniciativas solidarias con los más desfavorecidos (si desean verlo, en el link que he puesto el video aparece en la tercera parte del informativo entre los minutos 4.30 y 6.30). Entre los comercios que aparecían en la noticia estaba una panadería y pastelería bilbaina que, de forma muy solidaria, entrega a diario barras de pan a la iglesia del Sagrado Corazón, situada justo al lado del comercio en la calle Alameda Urquijo...para ayudar a los más desfavorecidos. Es un hecho muy loable, pero no te las puedes dar de solidario y buenísima gente cuando debes entre 3 y 4 meses de sueldo a los currelas que cada noche hacen esos panes y pasteles. No puedes dártelas de ayudar al débil cuando estás enterrando día a día a más de 50 familias que, en más de un caso, tendrán que ir a pedir de continuar esta situación.
Esta es la cara B, la parte oculta de esa empresa tan solidaria que debe más de 5.000 euros a muchos trabajadores y que ha invitado a alguno de ellos "a administrarse mejor" cuando el currela de turno ha ido a pedir que le pagasen. Para ellos "administrarse mejor" es que haya que tirar de padres, hermanos o hijos para poder sortear los números rojos y poder pagar las facturas. Eso dicho con un elegantísimo abrigo de bisón como el que la gerente de una de las empresas que conforman este grupo, lleva en el reportaje de La Sexta, queda muy bonito y es un discurso muy ejemplarizante. La lástima es que las familias a las que estos señores no pagan, no tienen para abrigos lujosos y en muchos casos ni para pagar la gasolina para ir a trabajar. Estos currelas sí que son solidarios, ya que continuan regalando su sudor y sus horas de trabajo, mientras piden con resignación que les paguen. Los otros, los que se han puesto delante de una cámara para vender su fabulosa acción con el prójimo, son solo los jetas de esta crisis.
Esta es la cara B, la parte oculta de esa empresa tan solidaria que debe más de 5.000 euros a muchos trabajadores y que ha invitado a alguno de ellos "a administrarse mejor" cuando el currela de turno ha ido a pedir que le pagasen. Para ellos "administrarse mejor" es que haya que tirar de padres, hermanos o hijos para poder sortear los números rojos y poder pagar las facturas. Eso dicho con un elegantísimo abrigo de bisón como el que la gerente de una de las empresas que conforman este grupo, lleva en el reportaje de La Sexta, queda muy bonito y es un discurso muy ejemplarizante. La lástima es que las familias a las que estos señores no pagan, no tienen para abrigos lujosos y en muchos casos ni para pagar la gasolina para ir a trabajar. Estos currelas sí que son solidarios, ya que continuan regalando su sudor y sus horas de trabajo, mientras piden con resignación que les paguen. Los otros, los que se han puesto delante de una cámara para vender su fabulosa acción con el prójimo, son solo los jetas de esta crisis.
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