martes, 23 de abril de 2013

Una mala gestión, un rescate caro y mucho populismo barato



Hace justamente una semana saltaba la noticia; La Diputación Foral de Bizkaia 'rescataría' a Bilbao Basket para evitar que el club desapareciese. Pronto, antes de que se especificasen las cifras que destinará el ente foral a la entidad de la que Gorka Arrinda es el máximo accionista, saltaron las críticas dado que, en mitad de una época de recortes, aportar dinero a una entidad privada para salvarla no es algo popular. Hoy, una semana después de que se hiciese pública la medida, el diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, ha confirmado que la aportación ascenderá a 5,2 millones (3,7 para solventar las deudas del BB con Hacienda y 1,5 para paliar otro tipo de gastos que el club no había afrontado) y que se sacarán de los beneficios de 19,9 millones que registró en 2012 el ente foral.

Sinceramente, a mi no me gusta para nada esta medida, no me parece de recibo que los desmanes de una entidad privada lo sufraguemos con los impuestos de todos. Pese a todo, creo que en este caso está justificado porque más que un gasto foral, es una inversión para evitar que se echen a perder dos proyectos muy interesantes y que pretenden poner al territorio en el mapa mundial; el partido frente a los 76ers en el Bizkaia Arena de BEC y el ser sede del Mundobasket 2014. Estos dos eventos, por sí solos van a revertir en nuestro territorio más dinero del que la Diputación ha invertido en Bilbao Basket y, nos guste o no, el BB es un elemento clave para que estos actos se lleven a cabo. ¿Se imaginan que Bilbao acoja un partido contra un equipo NBA y que el equipo europeo que lo dispute sea el Barça o el Baskonia? No sería lo mismo y la imagen de Bilbao y Bizkaia no se vería tan reforzada en un mercado tan importante a nivel turístico como es el norteamericano. Aun así, ese partido va a ser un spot de Bizkaia de dos horas de duración y que se verá en todas las televisiones del mundo, por lo que su impacto será global. Además, ese encuentro será la llave para que la sede de Bilbao del Mundobasket 2014 pueda acoger al dream Team de USA. Esa sería la madre de las victorias para Bizkaia. Su imagen se asociaría a la de los Lebron, Wade, Durant... Esos jugadores que venden camisetas como churros y meten canastas como animales.

La visita de los 76ers al BEC es uno de los aspectos porque se salva a Bilbao Basket.

Ha sido esto, todo ese valor estratégico que Bilbao Basket tiene en dos proyectos tan importantes a nivel turístico y de ubicación mundial de la marca Bilbao-Bizkaia lo que han impulsado a la Diputación a rescatar al BB. Los políticos que hoy critican esta medida, hace diez días pedían más apoyo para Los Hombres de Negro poniendo banderas en la ciudad como apoyo para la final de Eurocup. ¿Los críticos hubiesen tirado por la borda tanto trabajo para lograr sendos eventos que son todo un escaparate, por no aportar dinero al club? Yo creo que no, hubiesen hecho lo mismo que José Luis Bilbao.


CRONOLOGÍA DE LOS DESMANES Son estos los dos motivos que han salvado al BB, en otro escenario diferente, Gorka Arrinda ya podía ir echando la persiana vícitma de una pésima gestión y una importante pérdida de norte que le ha llevado al desastre. Todo esto se comenzó a gestar con el traslado del equipo a BEC. Ese año, Bilbao Basket tendría un pabellón inmenso a su disposición y había que dar un paso adelante. En ese punto, se tomaron decisiones erróneas que aún hoy se pagan. Todo empezó por el fichaje de Jerome Moiso por unas cantidades desorbitadas, cercanas al millón de euros. Moiso era el hombre, gustase o no al por entonces entrenador, Txus Vidorreta. Moiso salió rana y el equipo (diseñado y sobrepagado para pelear para estar arriba) acabó luchando por no descender. En esa agónica situación, hubo que pagar la rescisión de Vidorreta, fichar a Katsikaris y hacer un contrato de unos 700.000 euros a Hervelle que venía del Real Madrid. Se pagó lo que no se tenía. En verano también se pagó mucho a Javi Rodríguez y tampoco fue la quinta esencia. El base gallego continuó en el equipo y el que no lo hizo fue Javi Salgado, al que hubo que pagar rescisión. Ese año, se dilapidó mucho dinero que, sencillamente, no estaba en la caja. Luego, los sucesivos problemas con los patrocinadores (¿pagará Uxue?) y la retirada de la ayuda foral han hecho el resto y han estado a un tris de acabar con un proyecto que se convirtió en un gigante con pies de barro.

Los gastos de la temporada del BEC y los fallos de patrocinio, han vaciado las arcas del BB.

Ahora, de nuevo con el balance equilibrado, el club debe moverse en la seriedad y en un escenario realista. Haciendo las cosas con tiento y ajustando mucho los gastos y en ese camino cuenta con un gran aliado que ya quisieran otros muchos para sí; una potente masa social que en los últimos años ha dejado muchos momentos espectaculares y que, a buen seguro, seguirá respaldando al proyecto. Pero lo cierto, es que Bilbao Basket no está para pagar fichas como las que hoy día tienen Zisis y Hervelle, tampoco está para que el tercer hombre en la rotación interior gane lo que gana Rakovic. Deben reformular sus planteamientos, reinventarse en el aspecto de sostenibilidad económica y también en el ámbito de relaciones con otros clubes de baloncesto del territorio. Deben ser el líder, la cabeza visible de este deporte en Bizkaia y apoyar a los equipos más débiles. En definitiva, hacer lo que debía haber hecho hace dos años con el C.B. Santurtzi que por 30.000 euros no pudo salir en LEB Plata. Ahí Bilbao Basket se hizo el remolón y, por ello, jugadores como Sergio Sánchez (actual jugador del BB) tuvo que jugar el año pasado en Primera Nacional.

Todo esto es lo mínimo que debe hacer el club en su segunda oportunidad. Qué menos después de que la Diputación se haya visto obligada a rescatar a una empresa privada, por la mala gestión de sus rectores y más en estos tiempos en los que es más incomprensible que nunca que nuestros impuestos vayan a parar a deportes profesionales.

No hay comentarios: